*Bostezo*
Aaww... Ahh... Montserrat, tenía tanto tiempo de no descansar así...
Hm... mis manos se sienten algo... suaves, y... tengo... las uñas pintadas? ¿Esto es cabello...? ¡Incluso mi pijama es de mujer! ¿¡Qué diablos!?
Oh, no no no no no no... soy... ¿Dónde está Montserrat?

—Buenos días, guapa. Responde un hombre, entrando a la habitación.

—¿Quién diablos eres tú?

—Jaja, Montserrat, tonto, o quiero decir... tonta.

—¿Monsterrat? ¿Tú hiciste esto?

—Oh sí, pero no te preocupes, sólo va a durar unos cuantos días... o más... si así lo deseas.

—Mhmm... ¿Por qué? ¿Cómo lo has hecho? ¿Por qué soy una mujer y tú... un hombre? ¿Cómo vamos a ir a trabajar?

—Bueno, antes que nada, no te preocupes, mientras estamos así, todos nos recordarán tal cual, seguirás con tu trabajo normal, sólo que con una versión de ti... bueno, mujer.
Y por qué... bueno, la verdad es que siempre he tenido curiosidad de qué se siente ser mujer, y ayer mientras buscaba por internet me encontré con un hechizo... quise probarlo, y... funciono, pero según las instrucciones, seguiremos así hasta que repitamos el hechizo, pero después de eso, queda completamente inutilizable, no podremos volver a intentar.

—Ah, demonios Montserrat, la verdad es que es mucho para procesar, ¿Cómo voy a ir a trabajar, si ni siquiera sé comportarme como mujer? Aunque la verdad... es una buena oportunidad, también siempre tuve curiosidad sobre qué se siente ser mujer.—Sí, y en cuanto a eso... sí tendremos que trabajar un poco, pero la verdad es que como seas te recordarán, nadie sospechará nada, si mucho pensarán que eres rara o algo masculina.

Pero... ¿Sabes algo? Es sábado por la mañana, así que... no hay por qué trabajar... ¿Qué te parece si no nos preocupamos por eso ahora?



Ahh.. Montse, no sé si son las nuevas hormonas, pero me estás empezando a gustar mucho más así como hombre... quiero que me hagas el amor, quiero que me hagas como una mujer